Primeros años de los setenta. ¡ Qué lejos queda ya todo!. Una sociedad, obligada a bostezar ya durante bastante tiempo, empezaba a desperezarse de su siesta. A trompicones, con desazón, iban apareciendo inquietudes y sueños como jaramagos en los tejados. También en la música.
De fuera nos llegaba el aire fresco y nuevo del rock anglosajón y nos hicimos sus devotos. El flamenco se acunaba todavía en el alma de unos pocos, ajeno a la impudicia de la mayoría. En 1967 se produce el prodigio. Envueltos en ropajes extraños aparecen unos sonidos para nosotros familiares. Era el grupo SMASH y se presentaba en sociedad lo que luego se conocería como " rock andaluz".
¿Cómo recordar aquel " garrotín " sin sorprendernos aún hoy ?