Magnífica noche flamenca la del viernes pasado 13 de Abril. Otro paso adelante en la configuración de la Peña. Javier Allende, Allende a secas, como a él le gusta que le llamen en el mundo del flamenco, es un profesional y eso se nota no solo en por su conocimiento del cante; por el abanico de palos que abordó con maestría y profundidad, sino por su empaque de cantaor, por su puesta en escena, sencilla y sobria, respetuosa y discreta.
El público le correspondió también con respeto, con "solemnes silencios", que permitieron apreciar los matices y la hondura de su cante. Inmenso por seguiriyas, profundas y largas, pero magnífico en todos los cantes, por soleá, por bamberas; por alegrías, por malagueñas, por bulerías, por fandangos. Magnífica también la sevillana guitarra de Manolín Berraquero y la entreverada guitarra de Miguel Aragón por separado o al alimón.
Gracias a los tres por esta desinteresada actuación, que hace un poco más grande a la Peña Alto de la Fuente de Gelves, vuestra casa.
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